La experiencia de una alumna.

Fomenta tu sensualidad…….no podría haber una frase que definiera mejor lo que siento cada vez que suena la música y mi vientre y caderas comienzan a moverse acompañados de mis brazos y piernas.

La danza del vientre no se baila, se siente…

Esta aventura comienza en Jordania, maravilloso viaje que despertó en mi aún más ganas de seguir aprendiendo de esta cultura, descubrí que su música me volvía más loca de lo que yo esperaba y quería aprender!

A manos de Yamile empecé a aprender y a día de hoy me queda tanto por recorrer, pero si algo tengo claro y bien aprendido es que la danza del vientre esta dentro de cada persona, fluye por nuestra alma para demostrarla nuestro cuerpo.

El sábado siete de febrero vivimos una experiencia maravillosa, todas las compañeras fuimos una sola, la energía de la danza recorría cada rincón de nosotras mismas y nos fuimos contagiando cada cual de la sensualidad de la otra, me sentí atractiva, relajada a la vez que activa y muy afortunada de haber descubierto lo que el cuerpo y la música pueden llegar a hacer sentir a nuestras almas.

Gracias a Yamile por hacerme sentir una persona tan especial en cada clase a su lado, por entregarnos a todas sus ganas y su maravilloso don, por enseñarnos a descubrir lo maravilloso del cuerpo de una mujer y a querernos cada día más.

Gracias a mis compañeras porque cada minuto que paso en clase es aún mejor porque ellas así me lo transmiten con sus sonrisas y ganas de compartir.

La danza del vientre está dentro de cada una de nosotras, no perdais la oportunidad de descubrirlo....
Nora